Es un tratamiento no quirúrgico indicado para la reducción de grasa localizada con gran precisión. Gracias a una novedosa técnica lipo-reductora no invasiva que concentra energía térmica en un único punto a través de ondas ultrasónicas, que permite romper y destruir tejidos adiposos de una forma más rápida que otros tratamientos por medio de una serie de disparos indoloros, mientras que los tejidos circundantes, la superficie de la piel y los órganos subyacentes quedan intactos.

Los macrófagos son atraídos hacia el área tratada para fagocitar lípidos y desechos celulares. El tejido en el área tratada será reabsorbido con el tiempo, resultando una reducción en el volumen de la zona.

Es muy recomendable realizar una semana antes una dieta saludable, acompañada de la ingesta de al menos 1,5 litros de agua diaria y una tisana depurativa, así como realizar un tratamiento activador de la circulación, para preparar nuestro organismo y garantizar que nuestro metabolismo funcione correctamente.

La cantidad de disparos dependerá de la zona a tratar y el grosor de la adiposidad corporal. El transductor de ultrasonidos elegido, incidirá a la profundidad indicada, recorriendo un máximo de 576 puntos por disparo.

Su aplicación se realiza con un gel conductor para trasmisión del ultrasonido. La duración de la sesión es de una hora aproximadamente, es indoloro y apto para realizar durante todo el año, incluso en verano y pieles bronceadas

Puede aplicarse en cartucheras, glúteos, abdomen y flancos así como en otras zonas donde también pueden notarse acumulaciones de grasa, como doble mentón, brazos, interior de los muslos . . .